KIEV, Ucrania — Ucrania disparó cientos de drones explosivos contra Rusia desde el martes por la noche hasta el jueves por la mañana, en uno de los mayores ataques en más de tres años de guerra, dijeron las autoridades rusas.
El Ministerio de Defensa ruso informó del derribo de 485 drones, 63 de ellos sobre la región de Moscú.
En total, 10 regiones rusas fueron blanco de un bombardeo que duró unas 36 horas, según informaron las autoridades.
En Tula, uno de los drones impactó contra el tejado de un edificio de varias plantas.
No quedó claro el alcance de los daños causados por los ataques.
Ucrania no ha hecho comentarios al respecto.
El enjambre de drones se produjo pocos días después de que una llamada telefónica entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente Donald Trump no lograra avances en la negociación de un acuerdo de paz.
Desde que Trump asumió el cargo e inició sus esfuerzos para negociar un acuerdo, el conflicto se ha intensificado.
El jueves, Rusia lanzó 128 drones contra Ucrania, dañando edificios residenciales en las regiones de Dnipropetrovsk y Járkov.
En Kiev, los escombros de los drones interceptados impactaron en el patio de una escuela.
El jueves, canales locales de Telegram en Rusia informaron sobre interrupciones en los aeropuertos de Moscú, mostrando multitudes de personas merodeando.
La autoridad de aviación rusa indicó que hubo operaciones limitadas en cuatro aeropuertos, aunque en general funcionaban con normalidad.
Un canal de Telegram con sede en Riazán, Rusia, informó que cinco drones fueron derribados cerca de una refinería de petróleo y compartió fotos de un incendio provocado por la caída de escombros.
Aún no está claro si la refinería fue impactada directamente o si fue un objetivo.
“Estimados ciudadanos de la región de Tula, quiero recordarles las normas de seguridad durante los ataques con drones”, publicó en Telegram Dmitriy Milyayev, jefe de la región de Tula.
Enumeró directrices que instan a los residentes a mantenerse alejados de las ventanas y a no fotografiar los daños.
Desde el 18 de marzo, cuando Rusia y Ucrania acordaron pausar los ataques a la infraestructura energética, ambos países se han acusado mutuamente de violar el acuerdo, aunque no se han confirmado públicamente incidentes específicos.
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