Pasados los seis meses del arranque del programa -debutó el 2 de diciembre del año pasado-, Gran hermano ya le saca punta a la final, que, además de fecha definida, ya tiene a sus seis «mejores» jugadores. O, por lo menos, al sexteto que eligió el público con su voto pago de cada semana (de hecho no siempre coinciden los resultados de las votaciones oficiales con los de las encuestas caseras de las redes). Este lunes 9 cerca de la medianoche, con la eliminación de Katia, alias La Tana, quedó conformado el grupo del que saldrá el ganador en la final del martes 24.
En estos último días, y ante la avalancha de promociones sobre el regreso de La voz Argentina -reemplazará a GH-, Santiago del Moro salió a dar precisiones sobre el último tramo de el reality de Telefe que no logra tan buen rating como el de las ediciones anteriores, pero al menos es lo más visto de cada día.
Este martes 10 saldrá al aire en una emisión exprés, después del partido entre la Selección argentina y la de Colombia que transmitirá el canal. El miércoles habrá gala de nominación y posiblemente el jueves ingresen algunos familiares de los seis finalistas como para darle apoyo afectivo en el tramo final. Y el domingo y lunes se repetirá la fórmula: un día bajan de placa uno o dos, y al día siguiente se conocerá al próximo eliminado.
Mientras tanto siguen en carrera Luz y Tato, dos de El Tridente -el grupo que integraban con Luciana-, Ulises (que juega con todos y no juega con nadie), y los tres miembros de «Los hongos»: Juan Pablo, Selva y Eugenia, que este lunes se impuso a La Tana en el versus (Katia salió con el 52,4 por ciento de los votos).
Aquí vamos con un recorrido por las fortalezas y debilidades de las tres mujeres y los tres varones que siguen encerrados, con chances de ganar dinero y vivienda: habrá una casa para cada uno de los tres primeros, y un pozo de 70 millones de pesos para el campeón, 20 millones para el segundo y 10 millones para el tercero, más los intereses otorgados por Mercado Pago.
Ulises Apóstolo
El orador incansable

Tiene 27 años y una cadencia discursiva que lo asemeja más a un político que a un simple participante de GH. Sabe aprovechar las cámaras como pocos, especialmente cuando está solo. De toda situación arma una suerte de sermón sobre los valores y, más allá de que muchas situaciones parecieran apenarlo, por momentos cuesta verle las lágrimas. Sí se oyen unos sonidos guturales cuando (hace que) llora, que se han transformado en meme.
Sabe manejar, también, los ritmos de su exposición: cuando se sintió en riesgo bajó dos cambios y cuando olfatea cierta serenidad se las ingenia para hacerse notar. Hizo de sus looks -con las puperas improvisadas (remeras que dejan el ombligo al aire)- una moda de GH 2025.
Cuando integraba el grupo de “Los Causas” se lo veía fuerte. Ahora quedó solo y, más que débil, se lo percibe desorientado. De todos modos, con el ingreso -el miércoles- de los ex para hacer campaña parece fortalecido.
Cordobés nacido en Despeñaderos, su frase de “soy del interior del interior” es su bandera, sin saber que afuera se ha convertido en un simpático objeto de burla.
Luz Tito
La que resiste todas las placas

En ese arbitrario etiquetado que ensayan los “grandes hermanos”, la jujeña era, hasta hace poco, considerada una planta o un caracol, sustantivos que les endilgan a aquellos que (supuestamente) generan poco contenido. Como si gritar o provocar tensiones fuera garantía de acción. Y, por otra parte, no todo perfil bajo o medio tono es sinónimo de apatía o tedio.
Para algunos ella era la sombra del uruguayo Tato, sin juego propio, pero lleva ganados seis versus (el duelo final de las placas de nominados), en los que contra los pronósticos de muchos (adentro) termina imponiéndose el pie que tiene adentro. Esa cadena de triunfos empezó a leerse en la casa como un mensaje del afuera: “La gente la banca”. Y el cambio de mirada sobre su destino provocó que ella se soltara y empezara a abrir su juego, haciendo oír su voz cada vez con mayor determinación.
Tato Algorta
El ajedrecista del año

Fue el primer líder de esta edición, y desde el arranque dejó en claro a qué había entrado a la casa: no sólo a ganar, sino a demostrar que se tenía estudiado el plan de juego.
Uruguayo como Bautista -el ganador de la edición anterior- y tranquilo como Marcos, el que encabezó el podio de la temporada 2022/2023, algunos de sus haters (los odiadores de las redes) dicen que intenta pisar algunas de sus huellas. Nada más lejos de eso, porque desde el día uno Santiago (como hubo otro Santiago en el juego, se decidió que cuando fuera a placa se lo votara como Tato) se mostró frente a cámaras como un estudioso del formato, atento a cada movimiento, aún a riesgo de no ser muy querido por la mayoría de la casa.
Y en eso se diferencia de Bautista Mascia, que recién sobre el final dejó ver algo de estrategia. Y parece tener poco de Marcos Ginocchio, que llegó a la gloria en una temporada más parecida al universo Teen Angels en la que sólo Alfa marcó un juego más picante. Y en la siguiente, sin dudas, el condimento más jugoso corrió por cuenta de Furia, que no llegó a la final, pero a la que la producción debió recurrir este año para agitar un poco la casa.
Ni la entrada de ella alteró la calma de Tato, cuya cabeza parece hervir ante cada sorpresa del juego que lo obliga a resetear su GPS estratégico.
Su fortaleza y su debilidad conviven en la misma baldosa: está tan enfocado en su juego y el de Luz, que vive el encierro demasiado aislado de sus compañeros.
Juan Pablo De Vigili
El looser que supo ganar fans

Desde el 2 de diciembre quedó en claro que le gusta mucho hablar, pero que no maneja bien el tema del redondeo. Ya en su presentación se lo notó como inseguro a la hora de definir su objetivo dentro de la casa. De perfil bajo y poco belicoso, fue acusado de tibio en varias galas en vivo. Y en sus primeros meses le quedaba cómodo el molde del perdedor: no le salía una.
Como botón de muestra, cuando llegó el momento del “Congelados”, el segmento en el que los familiares les hacen una visita fugaz mientras todos deben quedarse quietos y mudos, Devi (así lo apodaron, jugando un poco con su apellido) sólo tuvo un video que le mandó su “novia” y al que pudo ver de reojo porque se “congeló” de costado a la pantalla.
Y mientras todos éramos testigos de que la mujer le estaba diciendo que no era su novia, él quería creer que lo de ella había sido una sentida declaración de amor. Pero su negación terminó el día que sus hermanos le enviaron la palabra “soltero” (una instancia en la que Santiago del Moro ingresó con escuetos mensajes del afuera).
A partir de ahí y ya sin su aliado “Papucho” -habían armado buena dupla-, Juampi se convirtió en uno de los favoritos de la gente. Él comenzó a entender la respuesta del afuera y ganó rápidamente confianza. Se despertó. Aprovecha cada segundo del vivo para hacerse notar y reírse de si mismo.
Tal vez debería aflojar un poco con la prédica de los valores. Sobran los casos en los que el público se agota de la bajada de línea en un juego que no es un club de amigos.
Eugenia Ruiz
La tapada

Integra el grupo de “Los nuevos”, los ocho que se sumaron a la casa después de dos meses de competencia. A la médica y actriz santiagueña le costó adaptarse, primero porque no encontraba grupo de pertenencia y luego porque extrañaba “demasiado” a su hijo. Amenazó con abandonar el juego hasta que, una vez que ingresó su hermana Titi (en un contingente de familiares y amigos de apoyo por unos días), se permitió relajarse y dejar salir su humor ácido.
De a poco fue generando empatía con Devi y, junto a él y a Selva, con quien se peleaba y se reconciliaba permanentemente, armó el grupo de “Los hongos”.
También con el correr de los días se animó a mostrarse en cámara sin tapar tanto su cuerpo, tema del que empezó a hablar más libremente. Y de sus inseguridades.
La soltura ganada en este último tiempo la fue perfilando en favorita de la gente según el pulso de las redes y el volumen de votos que va recibiendo en las placas positivas. Pero, a la vez, esa confianza repentina le dio como una sobrecarga de impulso que por momentos la muestra acelerada. Y, en TV, eso tiende a saturar del otro lado. Y, además, la intolerancia y algunas frases desafortunadas, la están exponiendo.
Este lunes, las encuestas de las redes sociales la ubicaban afuera de la casa, pero, según anunció Del Moro, La Tana fue la más votada para dejar el juego.
Selva Pérez Carvalho
La que no para de hablar… nunca

Hablando de saturar, algo de eso provoca Selva, la otra uruguaya de esta temporada, que desde que entró -en e grupo de “Los nuevos”– no paró de hablar, y fuerte, y de sobreactuar cierta alegría desmesurada a cuento de todo.
Personaje fuerte en TikTok -red en la que tiene 800 mil seguidores-, ingresó montada a un personaje (y subiéndose a upa de unos cuantos) exacerbado. Más de uno, incluido el conductor del programa, imaginaba que esa intensidad aflojaría con los días, pero no.
Los que van saliendo asumen que convivir con su estridencia permanente no era fácil, pero algunos han reconocido que su alegría le hacía bien a la casa… de a ratos.
Intenta mostrarse como una compañera que se adapta a todo, pero busca incomodar y desestabilizar al otro (salvo a Eugenia): a pesar de que trata de disimularlo, el ojo de Gran hermano “todo lo ve”, como dice su slogan.