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entrada actual: Nueva York cumple 400 años: festejos en un año histórico, novedades y paseos clásicos en la ciudad que siempre se reinventa, ID: 4413
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Todos conocemos Nueva York. Vimos a King Kong trepar hasta la cima del Empire State Building y enfrentarse a los aviones volando en círculo. Recordamos cuando Don Vito Corleone recibió varios disparos en Little Italy, un barrio atravesado por la mafia italiana en la posguerra. Nos reímos de un Harry perplejo ante el orgasmo fingido de Sally en un histórico restaurante de sándwiches de pastrami en el Lower East Side de Manhattan. Y quedamos en shock con la danza errática y liberadora en “las escaleras del Joker” del Bronx.
De la mano de la industria del cine y las series, la primera sensación al llegar a la Gran Manzana es que es un lugar familiar con edificios, monumentos y parques fácilmente reconocibles.
Pero al mismo tiempo, a medida que recorremos la metrópoli y vamos descubriendo museos, musicales de Broadway, miradores y negocios entre un mar de taxis amarillos, vamos sintiendo que nunca terminaremos de conocer a fondo sus cinco distritos: Manhattan, Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island.
Quizás, en esa contradicción de reconocer Nueva York en cada esquina y la desmesura inabarcable para los sentidos radique la fascinación que despierta esta ciudad de pulso acelerado, torres vanguardistas y andamios por doquier. ¿Andamios? Sí, Nueva York está en permanente construcción.
Si siempre hay motivos para visitar Nueva York, a lo largo de 2025 la ciudad está celebrando 400 años de historia, con festejos que comenzaron varios meses atrás y que se prolongarán también en 2026, cuando Estados Unidos cumpla el 250º aniversario de la Declaración de Independencia, que tuvo lugar el 4 de julio de 1776.
Sin ir más lejos, el Mundial de Clubes de la FIFA tendrá en junio y julio a Nueva York como uno de sus escenarios principales, ya que un estadio cercano (el MetLife) será sede de la final, tres partidos eliminatorios y cinco partidos de la fase de grupos.

Un año histórico
“En 2025, a través de nuestra campaña Founded By NYC, celebraremos a todos aquellos que vinieron de todo el mundo durante estos 400 años para construir nuestra gran ciudad”, afirmó el alcalde Eric Adams, quien reconoció que la historia local comenzó en realidad varios siglos antes, en tiempos en los que “esta tierra estaba habitada por el pueblo Lenape”.
Junto con NYC Tourism+Conventions y el musical Hamilton, la celebración anual pone el acento en cómo Nueva York “siempre está haciendo historia y sigue inspirando al mundo”.

Por eso, la idea es invitar al turismo nacional e internacional a explorar los lugares icónicos, con eventos imperdibles en este año histórico.
Entre los numerosos festivales de verano gratuitos se destacan los Conciertos de la Filarmónica de Nueva York en los parques, con música clásica en los cinco distritos durante junio, así como el Desfile de Sirenas en Coney Island para inaugurar la temporada estival y las marchas del Orgullo que conmemoran el levantamiento de Stonewall de 1969.
El 4 de julio se va a iluminar el horizonte con los Fuegos Artificales por el Día de la Independencia de Estados Unidos; hasta septiembre, el MoMA PS1 Warm Up propondrá una experiencia multimedia inmersiva; y en agosto habrá actuaciones y homenajes en la Semana de Harlem y el Festival de Jazz de Charlie Parker.

Finalizado el US Open de tenis, durante septiembre tendrán lugar la NYC Fashion Week, la NYC Broadway Week y la NYC Off-Broadway Week que permitirán comprar entradas 2×1.
Entre septiembre y octubre comenzarán las temporadas otoñales de Ballet, Ópera Metropolitana y el New York Film Festival.
Les seguirán el Día de los pueblos indígenas, el evento del Comic de Nueva York, el Food Network Festival, la apertura de temporada de los New York Knicks en el Madison Square Garden, y “Casa abierta de Nueva York”, con recorridos gratuitos por edificios y típicas casas de piedra marrón en homenaje a la arquitectura y el diseño que proporcionan gran parte del carácter de la ciudad.

Y octubre cerrará con el Village Halloween Parade, el desfile que se ha convertido en una gran fiesta con personajes, marionetas, bandas y bailarines .
Como un preludio de la temporada navideña, las pistas de patinaje sobre hielo abrirán en noviembre, casi al mismo tiempo que se organice el Maratón TCS New York City, la carrera de 42 km que convocará a 50.000 corredores de todo el mundo: desde Staten Island, seguirá por el puente Verrazzano a través de Brooklyn y Queens, se dirigirá rumbo al Bronx y bajará por Manhattan para terminar en el Central Park.
El 27 de noviembre se realizará el impactante Desfile del Día de Acción de Gracias de Macy’s, con globos gigantes de los personajes favoritos de la cultura pop.

Aunque el invierno es muy duro en estas latitudes, NYC sabe atraer turistas de todo el planeta para las Fiestas, con el emblemático árbol de Navidad del Rockefeller Center, la decoración de las calles -hasta suenan villancicos cuando uno camina por la Quinta Avenida-, las pistas de patinaje sobre hielo y la multitudinaria cuenta regresiva en Times Square para recibir el Año Nuevo.
Por eso, en cada estación, la ciudad más famosa de la Costa Este ofrece paisajes y experiencias bien diferentes, pasando de la nieve y los ocres otoñales del Central Park hasta los parques y jardines en flor de la primavera, incluyendo a los mercados bulliciosos, las excursiones embarcadas, las actividades de los museos, los clubes y barrios donde nacieron el jazz y el hip hop, las playas y la oferta de festivales y conciertos al aire libre con las temperaturas más cálidas.

En 2024, Nueva York recibió a casi 65 millones de visitantes, la segunda cifra más alta en su historia.
Y si bien se esperaba batir el récord en este año especial, los analistas prevén el arribo de 400.000 turistas menos ante las medidas arancelarias y migratorias del gobierno, con reacciones negativas entre algunos viajeros extranjeros, como los procedentes de Canadá.
Más allá de las cifras, NYC siempre renueva sus atracciones clásicas, estrena novedades y anuncia proyectos sorprendentes.

Los orígenes
Quienes se pregunten cómo es posible que NYC esté cumpliendo 400 años en un país más joven, tienen que remontarse a 1624: la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales trajo 30 familias para establecer el primer asentamiento holandés en América del Norte en la isla Nutten (actualmente, Governors Island).

Al año siguiente, en 1625, los neerlandeses establecieron Nueva Amsterdam en tierra de los indígenas Lenape y construyeron el Fuerte Amsterdam en la isla de Manhattan, donde está la Aduana en el parque Bowling Green.
Precisamente, en 2025 se cumplen 400 años de ese hecho histórico.
A su vez, en 1626, el jefe de la colonia Peter Minuit le compró Manhattan a los Lenape (según la leyenda, por un valor equivalente a 24 dólares) y, al mismo tiempo, un barco holandés trajo un grupo de africanos a Nueva Amsterdam, quienes fueron los primeros esclavos del lugar. La esclavitud recién iba a ser abolida en NYC dos siglos más tarde, en 1827.

Sin embargo, todo empezó a cambiar en 1664, cuando los ingleses conquistaron el asentamiento y lo rebautizaron como New York, en honor al duque de York.
Varios hitos históricos iban a ocurrir entre 1789 y 1791: George Washington fue investido como el primer presidente de Estados Unidos en el Federal Hall, marcando un precedente para el papel de la ciudad en la democracia del país, ya que fue su capital hasta que se trasladó a Filadelfia en 1792 y posteriormente a Washington D.C.
Hitos de ayer y de hoy
Las luces de neón de Times Square son un imán para el turismo y la cartelera de obras teatrales y musicales de Broadway atrae multitudes cada noche, confirmando una tradición artística que comenzó en 1732 cuando se estrenó la primera actuación documentada.

Después de la Guerra Civil, los teatros prosperaron en Nueva York, particularmente en la zona de Union Square pero, a principios del siglo XX, la actividad teatral se trasladó a Broadway.
En la actualidad, el Museo de Broadway propone un recorrido desde los orígenes hasta las obras en cartel de la última temporada, destacándose una colección de trajes valiosos.
Otro de los símbolos neoyorquinos por excelencia, que aparece en todas las postales, es el Puente de Brooklyn: construido entre 1870 y 1883, unió los distritos de Manhattan y Brooklyn para que los vecinos no tuvieran que depender del ferry para cruzar el río East.

El puente colgante más grande del mundo durante 20 años posee carriles para autos, bicicletas y peatones; lo iluminan por la noche para acentuar su silueta; y cruzarlo es uno de los paseos turísticos preferidos por las panorámicas increíbles.
Una excursión que nadie se quiere perder es la navegación por el río Hudson hasta la Estatua de la Libertad, otro ícono indiscutido desde 1886: el colosal monumento fue realizado en París por el escultor Frédéric Auguste Bartholdi, en colaboración con Gustave Eiffel.
En Liberty Island, la estatua verde viste una toga de estilo romano, coronada por un tocado del que salen siete rayos. En la mano derecha sostiene una antorcha con la que ilumina al mundo, y en la izquierda, la declaración de independencia de los Estados Unidos. Por escaleras internas se llega a las 25 ventanas de la tiara, un mirador incomparable hacia la Gran Manzana.

Sobre el pedestal de 46 metros de alto y en la entrada de la Bahía de Nueva York, la estatua de cobre pesa 125 toneladas y fue un regalo de Francia para el centenario de de los Estados Unidos.
Desde entonces, acogió a millones de inmigrantes que llegaron al país a finales del siglo XIX y principios del XX en busca de una nueva vida.
Por ser lo primero que veían al ingresar al puerto, no tardó en convertirse en el símbolo de sus esperanzas al ser recibidos en la vecina Ellis Island. Hoy el ferry visita ambas islas y el Museo de los Inmigrantes da cuenta de la diversidad cultural.

Del lado de la costa de Brooklyn, Coney Island es un centro de entretenimiento colorido, nostálgico y algo kitsch que fue construido entre 1897 y 1904 sobre una playa del Atlántico.
En aquellos años funcionaban allí varios parques de diversiones populares, junto con hoteles y el primer puesto de hot dogs de Charles Feltman, un inmigrante alemán que inventó los panchos.
Si bien la decadencia del área llegó tras la Segunda Guerra Mundial, los parques originales cerraron y se construyeron conjuntos habitacionales, hoy en día se pueden disfrutar de los panchos de Nathan’s Famous, la versión moderna del Luna Park, la montaña rusa Cyclone y la famosa noria Wonder Wheel.

Pocos lo saben pero todos lo usan, el metro de Nueva York comenzó a operar en 1904, con líneas que conectan todos los distritos.
Y un año más tarde, en 1905, llegó Lombardi’s a Little Italy, la primera pizzería del país que inauguró una profunda tradición gastronómica en una ciudad donde las pizzerías se multiplican en cada cuadra.
El gran pulmón verde

Clásico de clásicos, el Central Park se extiende desde la calle 59 hasta la 110, entre la Quinta Avenida y Central Park West.
Se trata de un paseo obligado en todas las estaciones desde su inauguración oficial en 1873, que abarca 341 hectáreas.
Con sol y con nieve, es el parque más visitado de Estados Unidos y acaso el más famoso del mundo gracias a su constante aparición en películas, series y programas de TV.

Un imperdible del parque es el área de Strawberry Fields y el mosaico Imagine, en memoria de John Lennon (1940-1980), donde siempre suena una guitarra y se venden souvenirs. A pocos metros se encuentra el edificio Dakota en el que vivía con Yoko Ono y en cuya entrada fue asesinado.
Los miradores

Como todos sabemos, el 11 de septiembre de 2001 Nueva York sufrió el peor atentado terrorista de su historia cuando dos aviones chocaron contra las Torres Gemelas del World Trade Center.
En el lugar, hoy se visitan los memoriales, el museo y el elevado “One World Observatory”, con vistas de 360 grados.

Otro mirador famoso es el “Top of the Rock”, que a fin de 2023 sumó “The Beam”, donde los visitantes recrean la foto de 1932 en la que 11 trabajadores almorzaban sobre una viga de acero cuando el Rockefeller Center estaba en obra.
Como las plataformas de observación se renuevan permanentemente, en 2020 se inauguró el mirador “Summit” en el rascacielos One Vanderbilt, con juegos de espejos y un ascensor con piso vidriado.

En tanto, en el revitalizado barrio Hudson Yards y muy cerca del Vessel -la estructura que recuerda a un panal de abejas-, el Edge “cuelga” sobre el vacío a 335 metros, con la terraza al aire libre más alta del hemisferio occidental.

Cada torre tiene su encanto. Pero el Empire State Building ostenta el título del “edificio más famoso del mundo”. Terminado en 1931 después de 13 meses de construcción, superó al llamativo Chrysler, que fue el más alto solo por 11 meses.
Con un histórico lobby Art Déco, el Empire State es sede de empresas como Shutterstock y Linkedln, recibe 2,5 millones de visitantes al año, tiene código postal propio (10118) y desde la cima se pueden ver seis estados en los días despejados.

Antes de llegar al célebre piso 86 (o al renovado 102), hay exposiciones en los pisos 2 y 80 sobre el día de la apertura, la larga lista de películas filmadas allí, las celebridades que lo visitaron, los ascensores Otis y el rincón en el que se asoma King Kong.
Como en el filme de 1933, esas escenas quedaron inmortalizadas y se reproducen hasta el infinito en las tiendas de recuerdos.

Los distritos y los barrios
Los cinco distritos tienen atractivos únicos para conocer. En Staten Island hay outlets y se llega en un ferry gratuito.

Queens ofrece playas y deportes en Flushing Meadows.
El Bronx se destaca por el Yankee Stadium, la “verdadera” Little Italy, el Zoo y Jardín Botánico.
Brooklyn cuenta con su puente icónico, Prospect Park, Coney Island y los barrios Williamsburg, Dumbo y Brooklyn Heights.

Y Manhattan es la estrella indiscutida, con más de 30 barrios imperdibles. Dividida en Downtown, Midtown y Uptown (sur, centro y norte), está atravesada a su vez por la Quinta Avenida, que separa el East Side y West Side (este y oeste).
Es cuestión de organizarse y establecer prioridades para recorrer la Gran Manzana: desde Wall Street, Tribeca, SoHo, Greenwich Village y Chinatown hasta Harlem, con sus misas Gospel y el legendario Teatro Apollo.

Por supuesto, no nos olvidamos de los grandes museos (MET, MoMA, Museo de Historia Natural y Guggenheim, entre tantos otros), el complejo Oculus, Grand Central Terminal, Chelsea Market, la Biblioteca Pública, los centros de compras, los rascacielos, los teatros y los clubes de jazz.
Últimamente, cobró gran protagonismo la zona de Hudson Yards, adonde se llega caminando por “The High Line”.

Se trata de un parque público construido entre 2009 y 2019 sobre una estructura ferroviaria elevada de 2,3 km, donde una antigua línea de carga transportaba carne y otros productos al Meatpacking District.
Hacia el final del recorrido, Little Island es otro parque público bastante reciente, que impacta con su diseño, anfiteatro, foodtrucks, senderos entre la vegetación y vistas espectaculares de Manhattan y el río.
Una excelente muestra de cómo Nueva York siempre se está reinventando.