Es un fenómeno que fue creciendo en los últimos años: en el norte del país, la última frontera del vino argentino ha crecido tanto que ya tiene brillo propio. Por si a Jujuy le faltaran atractivos turísticos, una nueva ruta de bodegas y viñedos suma color y sabor a los extraordinarios paisajes y la cultura de su gente.
Y es oficial, porque el gobierno provincial tiene previsto para el 30 de mayo un gran evento en el cabildo histórico de San Salvador de Jujuy para presentar las múltiples opciones que ofrece este recorrido que atraviesa la fascinante Quebrada de Humahuaca, patrimonio de la Humanidad.
El público, por su parte, ya se va enterando de que vale la pena viajar para descubrir o redescubrir la región con una copa de vino en la mano. La bodega El Bayeh, por ejemplo, recibió a más de 700 personas de distintos lugares del país y del exterior en la quinta edición de su festival anual, que convoca a celebrar la vendimia con tres jornadas de degustaciones, música y gastronomía gourmet a cargo de reconocidos chefs como Dolly Irigoyen y Florencia Rodríguez.
“La vendimia para nosotros es la culminación de todo el trabajo arduo que hacemos durante el año, por eso es muy lindo abrirle la puerta de nuestra casa a la gente para compartir esta fiesta”, dice Daniel Manzur, hoy al frente de este emprendimiento familiar que soñó su abuelo Pedro en los años 70 cuando compró la Finca Ollantay, en Maimará.
Hoy El Bayeh produce 30 mil botellas al año bajo la dirección del reconocido enólogo Matías Michelini, con uvas de viñedos propios y otras que le compran a pequeños parceleros de la zona, algo que le da el nombre a uno de sus vinos icónicos, elaborado 100% con cepas criollas.
“Los productores de la quebrada queremos ver a Jujuy en el mapa federal de Argentina”, se entusiasma Daniel, quien junto a su hermana Rocío y su papá (también Daniel) apuesta fuerte a impulsar el turismo en la región. Están a punto de inaugurar un nuevo hotel en Maimará, que se suma al que ya tienen en Purmamarca, El Manantial del silencio, un clásico elegido por celebridades como la Reina Máxima de Holanda.
Ya son 20 las bodegas y viñedos que se agrupan mayormente en las cercanías de la Ruta 9, columna vertebral de la región. La mayoría recibe visitas, algunas cuentan con hospedaje, restaurantes o wine bars. Todas ostentan vistas únicas a alguno de los cerros multicolores inmortalizados en postales, como el de los Siete Colores, el Paleta de Pintor, el Pollera de la Coya o la serranía de Hornocal.
No son pocos los que llegan con la intención de conocer el terroir de etiquetas distinguidas por la crítica internacional, como Cielo Arriba, el blend de tintas de Alejandro «Colo» Sejanovich (Huichaira Vineyards), que obtuvo una calificación de 95 puntos sobre 100 de especialistas como el británico Tim Atkin y el norteamericano James Suckling.
«Jujuy tiene una viticultura de quebradas, no de valles, por eso las parcelas de los viñedos son muy pequeñas y heterogéneas, como son los colores de los cerros. Esa diversidad se expresa muy bien en los vinos«, observa Sejanovich, que es uno de los destacados winemakers -como el citado Matías Michelini, Andrés Vignoni (Bodega Yanay) y Lucas Niven (Yacoraite y Amanecer Andino)- que suben la vara de la producción local aportando su experiencia.
Estas son algunas de las mejores bodegas para visitar en la provincia.
El tren turístico de la Quebrada, inaugurado en 2024, pasa cerca de las bodegas Kindgard, La Selestina e Incahuasi. Para las demás, hay que tener en cuenta que las distancias pueden ser extensas y no hay opciones de transporte público para llegar a los destinos.
Aunque es posible alquilar un auto y moverse libremente, la opción más elegida es la de contratar excursiones con transporte. La agencia Rito Viajes, de la sommelier Pía Graziosi (gran impulsora de la ruta del vino jujeña y una de las referentes de la región) arma recorridas “a medida” con recomendaciones personalizadas de acuerdo con las preferencias y el presupuesto del que se disponga. IG: @rito.jujuy. WhatsApp: 11 6149-9153 / +54 9 11 6407-9233.
Precios: un paseo de día completo con almuerzo y degustación en bodega, más traslado al hotel cuesta entre $ 220.000 y $ 300.000 por persona.
Más información: https://visitjujuy.travel