Un violento enfrentamiento entre conductores, aparentemente en el marco de una discusión de tránsito, se registró frente a la VTV de Pontevedra, en Merlo. Hubo amenazas y golpes de puño y con fierros, en presencia de un nene que, al parecer, es familiar de unos de los involucrados en el conflicto.
Todo quedó registrado en un video grabado por un testigo que circulaba en otro vehículo y que muestra cómo un hombre, que conducía una Renault Oroch detenida sobre la avenida Otero, se bajó para agredir al ocupante de un Chevrolet Corsa Classic, al que presuntamente había encerrado con su vehículo.
Pese al reducido espacio en la calzada, quien manejaba el auto logró avanzar por la derecha y, segundos después, retrocedió a gran velocidad hacia la camioneta. «Te voy a matar«, se escuchó decir al conductor de la Renault Oroch, mientras se abalanzaba sobre el coche. Ambos vehículos bloquearon momentáneamente el tránsito, provocando los bocinazos y el malestar de otros conductores.
Luego, quien manejaba el Corsa aceleró y se colocó delante de la camioneta. Allí comenzó la parte más violenta de la secuencia, porque descendió con una llave de fierro en la mano y comenzó a golpear el capó, la puerta y finalmente rompió los vidrios traseros.
En ese momento, una mujer que estaba dentro de la Renault Oroch bajó desesperadamente y corrió hasta la puerta trasera derecha para sacar a un niño que permanecía dentro durante la agresión.
Luego, el hombre con la llave intentó atacar al ocupante de la Renault, que abrió la puerta y comenzó a correr tras él.
La escena, dantesca desde cualquier arista, se completó con la llegada de otro sujeto en una moto. En el video no queda claro si conocía al conductor del auto o si formó parte del problema de tránsito.
Lo concreto es que el nuevo protagonista de la historia, el motociclista, le puso la pata a su moto y, sin siquiera sacarse el casco, comenzó también a golpear la camioneta.
La situación terminó con una pelea a golpes entre el motociclista y el hombre de la camioneta, mientras el agresor que rompió los vidrios quedó a un lado, tal como pudo observarse en la grabación que duró casi dos minutos.