Las mejores novelas concentran un prestigio casi mítico: cada generación vuelve a ellas para confirmar qué títulos merecen seguir en lo más alto de las mejores novelas clásicas de la literatura.
Entre el canon universal y el aporte latinoamericano se da un diálogo fecundo: mientras Europa y Estados Unidos afianzan tradiciones como la novela histórica o la sátira social, América Latina irrumpe con realismo mágico y experimentación formal.
La crítica coincide en que una gran novela combina profundidad temática, audacia formal e impacto histórico; por eso Anna Karenina o Matar a un ruiseñor aparecen invariables en los listados más exigentes.
En lo más alto figura Don Quijote de la Mancha, elegida como el mejor libro de la historia por un centenar de autores, mientras que el fresco épico de Tolstói en Guerra y paz sigue figurando entre los diez primeros puestos de casi todos los rankings.
Para retratar la sociedad y sus tensiones, Jane Austen legó Orgullo y prejuicio—cuya versión cinematográfica de 2005 revitalizó sus ventas—, y George Orwell alertó al mundo con la distopía de 1984, obra fija en las listas de la Modern Library y Time.
El aporte latinoamericano se impone con el realismo mágico de Cien años de soledad, la obra cumbre de Gabriel García Márquez, y con la intensa Pedro Páramo de Juan Rulfo, celebrada por Borges y revalorizada tras su reciente adaptación cinematográfica.
En detalle, algunas de las novelas que son consideradas por muchos como “las mejores de todos los tiempos”: