Condenan a un enfermero por abuso sexual y maltrato de tres pacientes en un centro de rehabilitación en Mar del Plata

«El enfermero es la persona de confianza de los pacientes. Rivas se abusó de eso para agredir sexualmente a una de sus víctimas y maltratar a las otras dos», acusó la Fiscalía y en base a testimonios probatorios, la Justicia Federal condenó a años de prisión a un hombre de 54 años que trabajó en el área de enfermería del Instituto Nacional de Rehabilitación Psicofísica del Sur (Inareps), en Mar del Plata.

Se trata de Rubén Omar Rivas, quien además fue inhabilitado de por vida para ejercer su profesión, de la que se valió para abusar de una mujer de 47 años que había sufrido un ACV y maltratar a dos hombres que se encontraban con afasia y habían sido internados para su rehabilitación en el instituto ubicado sobre la ruta provincial 88, que actúa como único Centro de Referencia en Rehabilitación Psicofísica en el ámbito de la Nación.

El Tribunal Oral Federal dio por probado los hechos que el Ministerio Público ubicó en agosto de 2021, en el caso del abuso sexual, y entre 2017 y 2018 los de las vejaciones a dos pacientes, dos hombres jóvenes. Inareps atiende a personas de todas las edades que, entre otras patologías, sufren secuelas motoras de distinta etiología, como un accidente cerebrovascular o lesiones traumáticas, de médula, traumatismo encéfalo craneano, parálisis cerebral, enfermedades congénitas y esclerosis múltiples.

En agosto de 2021, la víctima se encontraba internada allí luego de haber sufrido un accidente cerebrovascular. En el comienzo del debate, en su declaración, contó en detalle cómo fue sometida por Rivas durante un procedimiento de higienización e hisopado.

Explicó que por su condición no consiguió resistirse. Dico que además de haberla tocado cuando le colocaba sopapas para practicarle un electrocardiograma, Rivas le había colocado su pene en la mano derecha, cuando ella no podía moverse a causa del cuadro que atravesaba.

Días después, en medio de una crisis nerviosa, la mujer alertó a las enfermeras que estaban en ese momento de turno -madrugada del 15 de agosto-, y narró lo que había ocurrido, por lo que dieron intervención a la médica clínica que estaba de guardia esa noche.

Cuando declaró, la víctima pidió que el imputado no estuviera en la sala ese día. Algo por lo cual el enfermero no fue trasladado a la sala del tribunal y siguió el debate mediante videollamada. De todos modos, debió ser desconectado en el momento en que la mujer contó lo que había pasado, puesto que ella no quería volver a verlo.

El otro caso por el que los jueces Fernando Minguillón, Roberto Falcone y Martín Poderti condenaron a Rivas data de un período entre 2017 y 2018 y tuvo como víctimas a dos muchachos que “se encontraban afásicos, sin posibilidad de reaccionar o defenderse”.

De acuerdo a lo narrado por la acusación, los malos tratos consistieron en “bañarlos con agua fría, decirles expresiones humillantes, arrojar agua sobre sus traqueotomías, pegarles y revolearlos sobre sus camas”.

La Fiscalía Federal, por el delito de «abuso sexual gravemente ultrajante agravado por haberse cometido por una persona encargada de la guarda de la víctima, en concurso real con el delito de vejaciones en dos hechos, los que concurren realmente entre sí», había pedido una pena de 14 años de prisión para Rivas.

El Tribunal lo condenó finalmente a 11 años de cárcel, al tiempo que concedió el pedido de inhabilitación perpetua para que Rivas pueda ejercer cargos públicos. El Tribunal Oral Federal no fundamentó cuáles fueron sus conclusiones, las que se conocerán el próximo viernes 30 de mayo.